Nos acercábamos al parque cuando nos encontramos a un precioso pajarillo en medio de la acera , incapaz de alzar el vuelo. Nos acompañaba nuestro nieto Fernando que , por haberse accidentado la víspera, acababa de venir del medico . Sin saber reanimarlo optamos por recogerlo y meterlo en un enramado de hortensias para protegerlo un poco y por si pudiera recuperarse. Seguimos el paseo pesarosos por haberlo abandonado a su suerte. Era la una de la tarde y había que regresar a casa.
Volvimos a salir a eso de las siete y paseamos por el mismo sitio. Fernando se había ido a casa después de comer. Y aun sin hablar, seguro que estaríamos pensando que habría sido del pobre animalito cuando, al acercarnos la macizo de hortensias, oímos piar repetidamente y nos llenamos de un repentino alborozo. Escudriñarnos el interior y allí estaba, saltando de una ramita a otra sin asustarse de que intentáramos acércanos para sacarle una foto. Pero una inspección más minuciosa nos descubrió que el de la mañana yacía en el suelo muerto y era otro el que piaba y saltaba sin cesar a su alrededor y nos alejamos poco a poco de aquel lugar, sorprendidos de los que acabábamos de descubrir.
Al llegar a casa consulte un libro muy antiguo. Álbumes Noguer Zoologia nº 12, Los Cantores del bosque, y he aquí lo que dice de los petirrojos “… Se trata de un pájaro muy alegre y vivaz … Avanza a saltitos, tanto en el suelo como en el ramaje, siempre que este horizontal. Esta bastante bien dotado para el vuelo, aunque a menudo lo irrumpe para retozar. No teme al hombre, y por otra parte, no suele vivir en armonía con sus vecinos, aunque en ocasiones proteja a los pequeños abandonados o huérfanos que nos son capaces de valerse por si mismos. Snell Naumann, Pässier y el autor de estas líneas tuvieron ocasión de comprobar en diversas circunstancias ejemplares de esta especie atendiendo con solicitud a individuos enfermos o desvalidos de su misma especie y de otras distintas. “
Para Fer